Pasar al contenido principal

La Legio XIIII Gemina Martia Victrix, una de las más célebres legiones de la historia romana, fue fundada por Octaviano, quien más tarde sería conocido como Augusto, en algún momento después del año 41 a.C. A lo largo de su distinguida trayectoria, esta legión se destacó en el campo de batalla, acumulando honores y reconocimientos por su valentía y eficacia en combate. Su participación fue crucial en eventos significativos como la conquista de Britania, donde su disciplina y destreza militar fueron decisivas, así como en las guerras Dacias lideradas por Trajano, las guerras Marcomanas bajo el mando de Marco Aurelio, y la conquista de la capital Ctesifonte durante el reinado de Septimio Severo.

El nombre Gemina, que significa “gemela” en latín, sugiere que la legión fue el resultado de la unión de dos legiones anteriores, una de las cuales luchó junto a Julio César en el asedio de Alesia. Los títulos Martia Victrix, que se traducen como “bendecidos por Marte” y “Victoriosa”, fueron otorgados por el emperador Nerón en reconocimiento a sus triunfos, en particular tras la rebelión de Boudica. En el siglo II d.C., la legión recibió los honores adicionales de Tertia Pía (“tres veces piadosa”) y Tertia Fidelis (“tres veces leal”) por parte de Trajano, reflejando su lealtad y devoción al Imperio.

El emblema distintivo de la Legio XIIII Gemina Martia Victrix era el Capricornio, símbolo zodiacal asociado con Augusto, que también adornaba las insignias de otras legiones fundadas por él. Este emblema no solo representaba la conexión astrológica con el primer emperador de Roma, sino que también simbolizaba la tenacidad, la disciplina y la ambición que caracterizaban a la legión y a sus soldados.